Las personas con Parkinson suelen presentar una serie de problemas, como son la dificultad para concentrarse, la pérdida de memoria, problemas cognitivos e incluso baja autoestima. Por ello, el ajedrez, como herramienta terapéutica, está siendo una ayuda para ellos, ya que sus beneficios cognitivos y psicológicos son amplios.
Por otro lado, las personas con Alzheimer han encontrado en el ajedrez una forma de evitar la soledad no deseada. Esta actividad, introducida recientemente en la asociación, permite establecer y mejorar lazos y vínculos con familiares, creando un tiempo de calidad y una experiencia común, además de establecer una mayor interacción social con otros pacientes que también presentan esta enfermedad. Todo esto se suma a los numerosos beneficios cognitivos que presenta el ajedrez, como mejora de la memoria.
El ajedrez requiere memoria, atención y planificación, capacidades que suelen verse afectadas en enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson. En colaboración con asociaciones como la de Alzheimer y Parkinson, Chesscul está demostrando que el ajedrez puede ser mucho más que un juego: es una actividad con un gran potencial terapéutico. La escuela de ajedrez Chesscul, liderada por el fisioterapeuta y ajedrecista profesional Alberto Toval, está realizando talleres de ajedrez que han sido diseñados para optimizar estos beneficios, logrando que los participantes ejerciten la memoria al aprender y recordar movimientos, mientras practican su capacidad de concentración y organización mental.
La práctica regular del ajedrez puede ralentizar el deterioro cognitivo, mejorar la capacidad de concentración y contribuir a la toma de decisiones de manera estructurada, aspectos que fortalecen la independencia y la autoconfianza.
Beneficios sociales y emocionales del ajedrez
La soledad no deseada es uno de los problemas más comunes en estos colectivos. Chesscul ha observado que el ajedrez no solo actúa sobre la mente, sino también sobre las emociones. En los talleres, tanto los participantes como sus cuidadores encuentran momentos de calma y disfrute, reduciendo el estrés y la ansiedad. Para muchos, es un espacio donde pueden disfrutar de una actividad compartida, sin el peso constante de la enfermedad, favoreciendo la interacción y creando un ambiente de apoyo mutuo.
Chesscul ha estructurado los talleres en sesiones de una hora cada una, donde se introduce a los participantes en las reglas básicas del ajedrez, seguido de ejercicios guiados y partidas supervisadas. La personalización de estas actividades permite que cada participante se sienta cómodo y disfrute del proceso. Al final de cada taller, se realiza una encuesta de satisfacción y se recopilan opiniones para evaluar los efectos percibidos.
Impacto en la Comunidad de Málaga
En el caso de la Asociación de Parkinson de Málaga, Chesscul brindó una experiencia única al realizar una partida "a ciegas", donde Alberto Toval jugó simultáneamente cinco partidas contra los asistentes. En palabras de los jugadores: "Hemos aprendido los movimientos de cada pieza, modelos de tableros y diferentes modalidades de juegos sin duda, impresionante". Del mismo modo, en la Asociación de Alzheimer de Málaga, los participantes destacaron la oportunidad de aprender sobre el ajedrez y conocer figuras relevantes en la historia del juego. Los cuidadores expresaron su agradecimiento, valorando que esta actividad compartida refuerza el vínculo y les permite disfrutar de un tiempo de calidad.
El impacto positivo de estos talleres sugiere que el ajedrez podría convertirse en una actividad permanente en el marco de las asociaciones que trabajan con Alzheimer y Parkinson. Debido a la buena acogida recibida, se plantea, junto con estas asociaciones, seguir implementando y evaluando este proyecto.
Chesscul demuestra que el ajedrez, cuando se combina con un enfoque terapéutico, puede ser un apoyo integral para personas con Alzheimer y Parkinson. Según Alberto Toval, "el ajedrez es una herramienta poderosa no solo para la mente, sino también para el bienestar emocional y social, algo fundamental en la calidad de vida de las personas afectadas".
El objetivo de Chesscul es seguir expandiendo el ajedrez hacia asociaciones, residencias, centros de mayores de todo el país, y en resumen todos los colectivos que puedan verse beneficiados de los beneficios terapéuticos del ajedrez. Esta iniciativa aporta valor a numerosos colectivos, creando un nuevo espacio de apoyo y esperanza para personas con estas enfermedades y sus cuidadores. Chesscul invita a otras organizaciones y al público general a apoyar y participar en estas actividades, fortaleciendo así el impacto del ajedrez como recurso terapéutico.
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Fuente original: Comunicae.es.